Antonio Gritón Mural las Flores Nacen en Silencio

M A D E R A 1965

"Las Flores Nacen en Silencio" (

María Fernanda Nares: Asalto al Cuartel Madera

La La madrugada del 23 de septiembre de 1965, en el municipio de Madera, Chihuahua, un pequeño grupo conformado por campesinos, estudiantes, maestros y líderes agrarios, asaltó el cuartel de la región del Ejército mexicano. Esta acción fue consecuencia del incumplimiento de una promesa constitucional, la repartición justa de las tierras, además de la influencia de la revolución cubana que empezó con el asalto al cuartel Moncada

Al insurrecto asalto ya habían precedido una serie de manifestaciones no armadas en las que se denunciaba el abuso de los caciques y oligarcas del municipio, además de exigir el cumplimiento de la Reforma Agraria, demanda por la que se había luchado desde la Revolución. Tras la ausencia de respuestas por las autoridades ante las protestas se conformó el Grupo Popular Guerrillero, organización que más tarde asaltaría el Cuartel Madera, primera acción insurrecta hecha por un grupo guerrillero en el siglo XX.

Pese a lo efímero de la acción en términos militares, el esfuerzo del Grupo Popular Guerrillero inspiró a cientos de personas que militaban en la izquierda con lo que se sembró así la semilla de rebeldía. Los sobrevivientes al asalto mantuvieron una guerrilla que estuvo activa poco más de tres años. Posteriormente otros grupos reivindicaron el asalto, tal como fue el Movimiento 23 de septiembre y la Liga 23 de Septiembre. La acción armada influyó también en los medios de crítica política, y el mayor ejemplo fue el periódico Madera de la Liga Comunista 23 de Septiembre, que publicó 58 números entre 1974 y 1981. La prensa funcionó como medio informativo y de posicionamiento, además de posibilitar la organización para otras acciones de movimientos obreros, campesinos y estudiantiles.

Finalmente, recordamos que las luchas armadas no son un fin, sino un recurso que a lo largo de nuestra historia han servido para hacer valer nuestros derechos y defender la dignidad de los pueblos. Es por ello que en la memoria colectiva quedan los nombres de los caídos como Arturo Gámiz García, Pablo Gómez Ramírez, Miguel Quiñones Pedroza, Antonio Scobell Gaytán, Óscar Sandoval Salinas, Rafael Martínez Valdivia, Emilio Gámiz García y Salomón Gaytán Aguirre, y los sobrevivientes Guadalupe Scobell Gaytán, José Juan Fernández Adame, Ramón Mendoza Torres, Florencio Lugo Hernández y Francisco Ornelas Gómez, todos ellos evocando que donde hay poder hay resistencia.

Antonio Gritón: Acerca del mural "Las Flores Nacen en Silencio"

El mural “Las Flores Nacen en Silencio” que se encuentra en la colección permanente del Musero Vivo del Muralismo de la Secretaría de Educación Pública, lo realicé a partir de la invitación de Iñaki Herranz, curador del MVM, y con el apoyo para su producción de la galería Banda Municipal y del propio MVM.

Meses antes ya me había planteado la tarea de hacer un mural “en algún lugar” o un cuadro de gran formato acerca del Grupo Popular Guerrillero y el asalto al Cuartel Madera. Luis Hernández Navarro me recomendó que me podía documentar muy bien con el libro “Madera Rebelde” del historiador chihuahuense Jesús Vargas. Realmente el libro de Jesús Vargas es más que excelente al exponer de una manera clara las principales causas del surgimiento de las fuertes protestas sociales surgidas a partir de los años 40 y de los diferentes grupos guerrilleros a partir de los años 60, siendo entre otras: El inconcluso reparto de tierras tan prometido por la revolución mexicana de 1910-1917 debido a la incipiente y voraz corrupción gubernamental, a todos sus niveles, y de los funcionarios del reparto agrario, los salvajes atropellos de los grandes latifundistas hacia las pequeñas comunidades de campesinos e indígenas asentadas históricamernte al interior de estos latifundios, los leoninos contratos signados entre el gobierno y las compañías deslindadoras en las que éstas pasaban a ser propietarias en ocasiones de hasta la tercera parte de las extensiones de tierras medidas y deslindadas, así como la tríada formada por autoridades gubernamentales, latifundistas o grandes empresarios (tanto mexicanos como extranjeros) y el ejército mexicano para saquear sin miramiento alguno los recursos naturales de cualquier región del país en perjuicio de las comunidades campesinas e indígenas ahí asentadas.

También, en el libro de Jesús Vargas, se da cuenta de los diversos dirigentes sociales que participaron tanto en la organización de campesinos como en las luchas por el reparto agrario y el fin del latifundismo, como lo fueron el profesor Francisco Luján, Álvaro Ríos, Salvador Gaytán, Salomón Gaytán, el doctor Pablo Gómez, Raúl Gómez, Arturo Gámiz y Miguel Quiñones, entre muchos otros; así como la refrescante irrupción en el movimiento de la cantante de rancheras Judith Reyes, quién se metió de lleno a organizar colectas para las marchas que exigian el reparto de tierras, así como las invasiones de terrenos de latifundistas

Es importante destacar la importantisima labor que tuvo el magisterio en su conjunto del norte del pais, en cuanto al fomento y fortalecimiento de la organización de los mismos campesinos para la lucha por sus tierras. Era extremadamente frecuente de que los padres de los niños de las escuelas buscaran a los maestros para que les ayudaran a redactar los oficios dirigidos a las autoridades agrarias o a realizar los engorrosos, y las más de las veces infructuosos, trámites para la solicitudes de tierras ante las diversas autoridades estatales y federales.

Todas las las acciones, incluídas las interminables marchas y las invasiones de pequeñas porciones de los latifundios que realizaron las nacientes organizaciones campesinas desde finales de los años 50 y hasta por lo menos 1963, como lo fué la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), siempre fueron pacíficas (contrastando con la violencia que ejerció el estado en respuesta a las totalmente válidas demandas de tierras por parte del campesinado) y siempre la demanda del reparto agrario fue por cauces totalmente legales. Sin embargo, todas las autoridades gubernamentales a lo largo del sexenio de Adolfo López Mateos nunca atendieron la histórica demanda del reparto agrario e incluso el mismo presidente se limitó a hacer una promesa tras otra de que habría reparto agrario, sin cumplir nunca su palabra.

La gota que derramó el vaso fué cuando en 1963, el Partido Revolucionario Institucional postuló como su candidato a la presidencia de la República a Gustavo Díaz Ordaz (secretario de gobernación de López Mateos), una señal inequívoca de que durante otros seis años más continuaría el gobierno negándose al auténtico reparto agrario y aumentar la represión y violencia gubernamental hacia las manifestaciones de justicia social y del reparto agrario; de hecho, a partir de Noviembre de 1959 comenzaron hacerse más frecuentes los asesinatos (tramados por la mancuerna latifundistas-gobernantes y en más de una ocasión ejecutados por el ejército)) de dirigentes sociales y campesinos que reclamaban sus tierra, como el caso del asesinato del profesor Luján. Así las cosas, en un mitin de campaña en Chihuahua en los primeros meses de 1963, Díaz Ordaz, al igual que López Mateos, volvió a repetir sus promesas huecas de reparto agrario y al final, ya que había abandonado la gente la plaza, algunos campesinos le prendieron fuego al escen ario de madera. Este acto enojó muchísimo a Díaz Ordaz y al propio gobernador de Chihuahua y la policía desató una “caza de brujas” aprendiendo sin prueba alguna a algunos lideres sociales tachados de “revoltosos”, entre ellos a Arturo Gámiz, metiéndolos en prisión por varios meses. Y fué precisamente durante esta temporada en prisión que Arturo Gámiz concluyó que las vías legales para dotar de tierras a los campesinos estaban ya agotadas, ademas de ser totalmente ilusiorias, por lo que no quedaba más que el camino de las armas para alcanzar la justicia social y el reparto agrario, originándose así la gestación del Grupo Popular Guerrillero.

Con el paso de los meses, fueron en aumento los miembros del Grupo Popular Guerrillero y ya en 1965, después de haber matado a un muy odiado latifundista, humillado a un pelotón del ejército y quemado un estratégico puente, el Grupo Popular Guerrillero comenzó a planear el asalto al cuartel militar de ciudad Madera. Así, el 23 de Septiembre de 1965, un pequeño grupo de 13 guerrilleros del GPG realizó el asalto al Cuartel Madera. Asalto que se encuentra excelentemente descrito por el maestro Carlos Montemayor en su libro “Las Armas del Alba”.

Durante el desproporcionado enfrentamiento, ya que había más de dos centenares de soldados en el cuartel, murieron los guerrilleros Arturo Gámiz, Pablo Gómez, Salvador Gaytán, Antonio Escóbel Gaytán, Miguel Quiñones Pedroza, Rafael Martínez Valdivia, Oscar Sandoval Salinas y Emilio Gámiz; y lograron escapar Ramón Mendoza, Florencio Lugo, Guadalupe Escóbel Gaytán, Francisco Ornelas Gómez y Matías Fernández.

Cómo un síntoma de la incapacidad e incompetencia gubernamental para responder a las numerosas demandas de justicia social y reparto agrario en todo el territorio nacional, fueron surgiendo los diversos grupos guerrilleros que conforman una parte extremadamente importante de la historia de México que, sin embargo, ha sido prácticamente ocultada por el Estado Mexicano; ya que éste, entre fiales de los años 50 y hasta mediados de los años 80, rompió el orden constitucional desatando la llamada “Guerra sucia”, durante la cuál el Estado Mexicano secuestró, torturó, asesinó y cometió actos de desaparición forzada contra miles de campesinos, estudiantes, obreros y líderes sociales.

Para la realización del mural Las Flores Nacen en Silencio conté con la colaboración de las maestras y maestros: Dennis Yunuen, Oscar Ratto, Alfredo González Casanova, Patricia Soriano, Anayeli Contreras, Luis Hernández Navarro y María Fernanda Nares.